El lanzamiento de Joker y Harley Quinn de DC Comics demostró lo violenta y peligrosa que es la ciudad de Gotham a pesar de que Batman sigue defendiendo sus calles. Joker rompió los récords de taquilla como la película con calificación R más rentable de todos los tiempos, con la violencia como la pieza central más allá del material o lenguaje sexualmente explícito. En esa película se demostró que Gotham era un auténtico polvorín a punto de estallar, sobre todo por la revuelta y el caos final que llevó a la muerte de los padres de Bruce Wayne.
Del mismo modo, la nueva serie de Harley Quinn aumenta la violencia de la ciudad. En el primer episodio de la serie, la anti-heroína titular representa el caos sangriento, además Joker se arranca una máscara de piel que luego usa como títere de mano, con sangre goteando por sus brazos mientras imita los labios flácidos. El resto de episodio mantiene la naturaleza violenta y se apoya en su lenguaje severo y material sexualmente explícito.
No hay duda de que Harley Quinn es única y, de cierta manera, satisface la necesidad de que algunos vean a esos personajes locos sin restricciones y que realmente puedan explorar las ramificaciones de sus acciones. En los últimos años, se ha vuelto cada vez más difícil tomar en serio a los villanos de Gotham como amenazas cuando ignoran constantemente las armas y los cuchillos por cosas como el gas de la risa. Por lo menos, el tono hiperviolento de las recientes iteraciones del personaje en Joker y Harley Quinn se distinguen como algo nuevo para el medio.
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